En marzo de 2018 empecé esta pequeña aventura que me ha obligado a desaparecerme de redes sociales a ratos: estudiar un magister en diseño. Desde entonces, cada vez que hablo con gente me hacen montones de preguntas, algunas me las hice incluso yo misma antes de entrar, así que decidí escribir una entrada a haciendo una recreación a partir de montones de conversaciones que he tenido al respecto hasta la fecha.
Está no es una historia de amor a mi pelo ni de como aprendí a aceptarme tal como soy. Tampoco tengo productos milagrosos que recomendarles o un tratamiento capilar que me haya cambiado la vida. En la batalla contra el pelo yo me rendí y probablemente ha sido la mejor decisión que he tomado al respecto.
Yo creo que, como muchos, tengo una debilidad con las cosas de “escritorio”. Así que cuando supe de la existencia de los Diario de Viaje me dieron muchas ganas de intentarlo. Aquí les cuento cómo me fue 🙂
Siempre me ha gustado la ropa, pero hace un tiempo tome la determinación de ser mucho más consciente y dejar de comprarme ropa de mierda. Ha sido un poco más complejo de lo que pensaba y he tenido que ir armando estrategias que me permitieran logran este objetivo.
Luego de varios meses en este experimento, veo que algo cambio en mi relación con la ropa y lo quise compartir con ustedes.
En septiembre del 2015 me fui a Corea y estuve 6 meses en Seúl. El vivir en otro país siempre implica cambios, pero hay cosas pequeñas que se quedan contigo y hacen que nunca olvides la experiencia.